LAS MALEZAS SON UN DOLOR DE CABEZA PARA VARIOS CULTIVOS
En vísperas de una nueva campaña, los productores agropecuarios plantean su estrategia para combatir las malezas resistentes que, aún con sequía, amenazan la producción y afectan el crecimiento de los cultivos. Debido a las condiciones climáticas, es fundamental realizar un manejo integrado de herramientas que presenten un alto grado de eficacia y persistencia junto a una planificación acompañada por especialistas. La problemática de malezas resistentes en los cultivos de soja, maíz y maní es un desafío que se renueva en cada campaña y obliga a los productores a plantear una estrategia clara desde el comienzo del barbecho, cuando adquiere un rol clave el uso de soluciones pre emergentes. El Yuyo colorado, por ejemplo, fue la primer maleza detectada en el país y hoy 25 años después ya es un problema presente en más de 20 millones de hectáreas en todo el territorio nacional. Por eso, continúa siendo un desafío y una de las prioridades que los productores y técnicos agropecuarios tienen en cuenta al momento de planificar la siembra, incluso en un contexto de falta de lluvias, ya que puede provocar grandes pérdidas de rendimiento que pueden alcanzar hasta el 90%. Actualmente, las zonas productivas de la Argentina atraviesan una situación en la que la sequía pone en jaque al panorama agrícola del país. Sin embargo, las malezas continúan siendo un dolor de cabeza en la campaña.